A veces pasa que sentimos que algo en la vida se volvió gris. Que lo que antes nos entusiasmaba ya no tiene tanto brillo. Y entonces, aparece una chispa. Una señal, una propuesta, una formación que nos invita a reconectar.
Así llegó Aure a la medicina energética. Lo cuenta con una sonrisa, pero también con esa honestidad que nace de haber atravesado un proceso profundo:
“Me acerqué muy descreída… soy muy mental, muy analítica. Estaba en una etapa gris, de aburrimiento, con temas de salud… y de a poco empecé a sentir que se iban encendiendo pequeñas lucecitas”.
Desde ese primer paso con el EFT y luego con la formación como facilitadora, su vida empezó a cambiar.
Y no fue magia, fue decisión: se separó, se mudó, emprendió, empezó a escribir. «Accioné», dice, y esa palabra queda vibrando en el aire.
Aure nos cuenta cómo la Medicina Energética no solo impactó su vida personal. También transformó su forma de enseñar yoga:
“El yoga te da presencia, te conecta. Y la medicina energética te da herramientas para trabajar eso que aparece cuando te conectás. Lo que llevás de la clase no es solo una postura, es una herramienta para el día a día”.
La combinación de estas dos prácticas le permitió armar clases más profundas, más personalizadas, más vivas.
Como ella misma cuenta, cada clase puede empezar con switching, incluir ejercicios como la respiración de la estrella o integrar reflejos primitivos según lo que sus alumnas necesiten.
“Voy mechando. Y según lo que traen, uso herramientas del botiquín energético. Eso hace que se lleven lo que necesitan, no solo lo que yo preparé”.
Y ahí aparece otro gran regalo de este camino: la creatividad. Esa que se había dormido, volvió a florecer. Se puso a escribir, armó mezclas de hierbas, abrió su espacio personal, empezó a crear.
“Cuando uno se mueve de las demandas del afuera y vive más conectado con uno mismo… las ideas bajan, las ganas de dar aumentan”.
En el vivo, también compartimos algo que siento profundamente: que la Medicina Energética es un trampolín. Pero no un salto sin dirección, sino un impulso hacia una vida más ordenada, más propia, más luminosa.
“Todo se va encausando”, dice Aure.
Y sí. Se va encausando porque dejamos de sostener lo que ya no va, porque empezamos a elegir con más conciencia, porque aprendemos a escucharnos.
Y desde ahí, claro que se puede acompañar a otros. Como instructora, Aure hoy crea rutinas según las necesidades reales, incluso las de su hija, y eso le da paz, le da herramientas, le da fuerza.
Y si querés conocer más sobre Aure y su hermoso proyecto, podés seguirla en Instagram como @peregreenaespacio y si queres escuchar la charla completa hacelo desde aquí
Gracias, Aure, por tu testimonio, tu claridad y tu luz. Gracias a vos por leerme.
Con amor,
Cris
Si sentís que esto resuena con vos, que hay algo en tu interior que pide más foco, más vitalidad, más propósito, te invito a sumarte al próximo Instructorado en Medicina Energética y Rutinas Vitalizantes.