Somos un alma viviendo una experiencia en la Tierra, pero nuestra cultura, nuestra sociedad, y nuestra manera de vivir nos hace olvidarlo… para sobrevivir entramos en modo personalidad. Para reconectar con nuestra alma, es necesario «abrir los ojos» en el camino del despertar de la conciencia.
Si bien tenemos en potencia la capacidad de madurar de todos nuestros centros energéticos, no todos desarrollamos plenamente el potencial de crecimiento que nos ofrece cada centro de poder.
Muchos se quedan viviendo una vida «dormida», asociada principalmente a los chakras inferiores.